
El próximo 26 de julio La Tribuna de Guadalajara publicará su último número como tal, cumpliendo así con la amenaza formulada el 26 de mayo de este año a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Dos meses después la lucha ha cesado dejando ilusiones en el camino, recuerdos rotos y empatías olvidadas. Sólo han hecho falta poco más de ocho semanas para que muchas de las emociones con las que empezábamos este camino se hayan quedado atrás, dando lugar a otras... porque así debe ser. Renovarse o morir y esto, hoy lo sabemos más que nunca, no deja de ser un punto y aparte.
Por mi parte, me llevo lo mejor, que no es poco y, como muestra, un botón. En el cuarto aniversario del incendio de Riba de Saelices (Guadalajara) y de la muerte, un aciago 17 de julio de 2005, de los 11 miembros de un retén contra incendios de Cogolludo en las labores de extinción, La Tribuna acompañó, como tantas otras veces, a las familias en su recuerdo. Allí, mi compañera, Belén Díaz, logró esta magnífica foto que hoy traigo al blog mientras una servidora recogía las declaraciones de Miguel Solano, abogado de algunas de las familias afectadas y, a la sazón, tío de una de las víctimas. Al enseñármela, Belén me comentó que era una buena muestra de la trayectoria que hemos seguido todos estos años, al pie del cañón. Qué gran razón. Porque La Tribuna no ha sido más que un título, la historia la hemos escrito nosotros y eso no habrá nadie que pueda arrebatárnoslo.
Por mi parte, me llevo lo mejor, que no es poco y, como muestra, un botón. En el cuarto aniversario del incendio de Riba de Saelices (Guadalajara) y de la muerte, un aciago 17 de julio de 2005, de los 11 miembros de un retén contra incendios de Cogolludo en las labores de extinción, La Tribuna acompañó, como tantas otras veces, a las familias en su recuerdo. Allí, mi compañera, Belén Díaz, logró esta magnífica foto que hoy traigo al blog mientras una servidora recogía las declaraciones de Miguel Solano, abogado de algunas de las familias afectadas y, a la sazón, tío de una de las víctimas. Al enseñármela, Belén me comentó que era una buena muestra de la trayectoria que hemos seguido todos estos años, al pie del cañón. Qué gran razón. Porque La Tribuna no ha sido más que un título, la historia la hemos escrito nosotros y eso no habrá nadie que pueda arrebatárnoslo.